31 de agosto de 2010

Biblioteca Nacional del Perú ya es socia de la Biblioteca Digital Mundial (WDL)

La Directora Nacional de la Biblioteca Nacional del Perú, Lic. Nancy Herrera Cadillo, participó recientemente en la Primera Reunión Anual de la Biblioteca Digital Mundial (BDM) que se realizó en Washington, Estados Unidos.

La Biblioteca Nacional del Perú suscribió el Convenio que la convierte en socio contribuyente de este proyecto que permite acceder, a través del sitio en Internet, a documentos culturales e históricos representativos de los países y culturas de todo el mundo, de manera gratuita y en formato multilingüe.

En esta reunión también se ratificó por cinco años al actual Consejo Ejecutivo.

Los socios de la BDM son en su mayor parte bibliotecas, archivos u otros organismos que poseen colecciones con contenido cultural.

Más información aquí en el Blog de la Biblioteca Nacional del Perú

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Nuevas tecnologías para nuevos lectores: la Biblioteca Nacional en el entorno digital

Resumen

Para la Biblioteca Nacional, la irrupción de las tecnologías de información y comunicación ha resultado una gran oportunidad y un enorme desafío. Además del desarrollo de proyectos de conversión digital, en los cuales es pionera en América Latina, se ha visto en la necesidad de responder a una nueva encrucijada: gran parte de la información que se produce hoy en el país es de origen digital, se tiene el mandato legal de recopilarla, acopiarla, preservarla y hacerla accesible, sin embargo, en su gran mayoría,  no se tiene respaldo en otro soporte que facilite su preservación de la manera tradicional. A la exitosa experiencia del desarrollo de proyectos de conversión digital entre los que destacan Memoria Chilena, portal de la cultura de Chile, se suman iniciativas que han ido marcando un camino para la integración de la Biblioteca Nacional en el Siglo XXI. La creación del Departamento de Colecciones Digitales y del Comité Digital, el desarrollo de la política de Depósito Legal de publicaciones electrónicas la implementación de una sala de consulta y de un software de gestión y manejo de recursos digitales y la organización de un congreso sobre bibliotecas nacionales digitales en septiembre de 2010 han sido pasos importantes orientados  al cumplimento de unos de sus ejes centrales de desarrollo: una Biblioteca Nacional Digital al alcance de toda su comunidad.

La Biblioteca Nacional de Chile, es el principal centro de acopio y preservación de material bibliográfico del país. En ella, se custodian más de 20.000.000 de volúmenes de libros, documentos, mapas, fotografías, cintas de audio o video y archivos digitales, los que son puestos a disposición de la comunidad para favorecer su explotación cultural y la generación de nuevo conocimiento.

Así como para otras bibliotecas, la irrupción de las tecnologías de la información y comunicación (TICA) ha resultado en una gran oportunidad y en un enorme desafío para la Biblioteca Nacional. Además del desarrollo de proyectos de conversión digital, en los cuales es pionera en América Latina, se ha visto en la necesidad de responder a una nueva encrucijada: gran parte de la información que se produce hoy en el país es de origen digital, se tiene el mandato legal de recopilarla, acopiarla, preservarla y hacerla accesible, sin embargo, en su gran mayoría,  no se tiene respaldo en otro soporte que facilite su preservación de la manera tradicional.
El desarrollo de proyectos de conversión digital ha sido una experiencia exitosa. Con una incursión previa en la Biblioteca Virtual Cervantes. La Biblioteca Nacional desarrolla desde el año 2000 el proyecto Memoria Chilena; portal de la cultura de Chile, que en sus 10 años de ejecución ininterrumpida se ha hecho acreedor de premios nacionales e internacionales destacándolo como uno de los sitios web más relevantes en el ámbito cultural del país.

El proyecto ha permitido a la Biblioteca Nacional traspasar sus fronteras geográficas y temporales alcanzando comunidades de regiones y países remotos que consultan sus colecciones en cualquier momento del día y de la noche. En el centenario de la república, una de las instituciones republicanas más antiguas demuestra su capacidad de integrarse en el escenario digital desde una perspectiva que permite poner las colecciones que custodia a disposición de millones de usuarios de todo el mundo.

Esta situación ha quedado fehacientemente demostrada en los últimos días: en el mes de marzo de 2010, cuando el edificio de la Biblioteca Nacional debió permanecer cerrado por los efectos del violento terremoto que sacudió al país, la tecnología digital permitió a 208.737 usuarios visitar 1.981.457 páginas y descargar 491.551 documentos. Una cifra importante en el devastador escenario que sufrió el país y que repercutió en los servicios tradicionales de la institución.

A 10 años de ejecución, Memoria Chilena se ha consolidado con una importante gama de productos y servicios culturales: cuenta en la actualidad con 8 sitios de contenidos patrimoniales enfocados a diferentes segmentos de la comunidad entre los que destacan: Memoria Chilena, Memoria Chilena para Ciegos, Chile para Niños, Salas Virtuales, Familias Chilenas, Biblioteca Virtual del Bicentenario y Memoria Educa, abarcando una gran variedad de temas culturales como literatura, historia, arte, música, ciencia y tecnología, entre otros, encontrados en diferentes soportes como libros, periódicos, revistas, mapas, fotografías, registros sonoros, y videos.

En el año 2007, a raíz del creciente desarrollo de las tecnologías de información y comunicación y el explosivo incremento de la producción de contenidos en formato electrónico, quedó en evidencia la urgente necesidad de revisar y adaptar las políticas y procedimientos de la Institución en el nuevo escenario. Se reorganizó el organigrama institucional y se creó el Departamento de Colecciones Digitales con la misión de generar y coordinar políticas y acciones de recopilación, preservación y puesta en valor de patrimonio digital, facilitando su acceso y difusión a la comunidad, y el Comité Digital, organismo asesor de la Dirección en la toma de decisiones referidas a éste ámbito.

La nueva institucionalidad ha permitido el desarrollo de estudios y políticas de integración de la institución en escenarios complejos. Como se mencionara anteriormente, la Biblioteca Nacional de Chile es el principal centro de acopio y preservación de la memoria de la nación, lo que se debe principalmente a su condición de entidad receptora  que le otorga la ley 19.773 en el Título II, artículo 14, de “…todos los impresos, grabaciones sonoras o producciones audiovisuales o electrónicas que se realizan en el  país”.

Esta ley que ha sido el pilar fundamental de la Biblioteca Nacional para incrementar sus colecciones patrimoniales, tiene contemplado el depósito de la creación digital, pero no da luces sobre la manera en que esto debiera abordarse desde el punto de vista de su preservación. El estudio realizado por el equipo de trabajo especialista quedó plasmado en el documento Política de Depósito Legal de Recursos Electrónicos de la Biblioteca Nacional y en su Manual de Procedimiento  en el que se detallan la definición de procesos y de estándares de formatos y de metadatos para cada tipo de recurso digital, lo que ha simplificado la tarea de negociación con organismos productores de información digital como publicaciones electrónicas, canales de televisión y radioemisoras que desde el año 2009 están depositando en la Biblioteca Nacional su producción.

En las últimas décadas, la programación de los canales de televisión y radioemisoras han pasado a convertirse en piezas clave en el registro de la memoria colectiva. Así como la prensa escrita es una  fuente fundamental en el conocimiento y entendimiento de los procesos históricos desde los albores de la república, en nuestros días la radio, al igual que la televisión son factores fundamentales para comprender los diferentes procesos de la sociedad chilena, condición que obliga a la Biblioteca Nacional a realizar los esfuerzos que sean necesarios para recopilarla y preservarla para las generaciones venideras.

La creciente incorporación de éstos nuevos materiales no ha sido fácil. A poco andar se evidenció la necesidad de una serie de procesos de preparación del nuevo escenario tanto desde el punto de vista de la infraestructura física, técnica y de los recursos humanos. La alta inversión necesaria en equipamiento ha sido un problema difícil de afrontar. Pese a los enormes esfuerzos realizados y a los avances logrados, quedan tareas pendientes de alto costo de inversión que permitan asegurar la calidad en los servicios necesaria, el respaldo eficiente de la creciente información y su preservación al largo plazo.

Un paso muy importante en el mejoramiento de la calidad de los servicios digitales, fue la inauguración el año 2009 de la Sala de Consulta de Recursos Digitales, la sala, ubicada en un espacio central del primer piso de la Biblioteca Nacional, permite a los usuarios presenciales consultar en un solo lugar todos los recursos digitales disponibles en sus diferentes colecciones, custodiando también el cumplimiento de la ley de propiedad intelectual por cuanto el material protegido puede ser consultado solamente en este espacio, sin posibilidad de que sea reproducido o descargado.

También relevante ha sido la definición de una herramienta de manejo y gestión de colecciones digitales, la que se realizó a través de un acabado estudio de software disponibles en el mercado tanto de carácter libre como propietario que cumplan con las necesidades determinadas de Biblioteca Digital, Repositorio y Depósito Legal electrónico, facilitando el acceso la gestión y el manejo de recursos digitales. Esta herramienta hoy se encuentra en proceso de implementación y nos permitirá en el mes de agosto contar con un piloto de 15000 objetos digitales en marcha blanca y la posterior entrada en producción. Este ha sido un proyecto transversal que incorpora otras Unidades de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos y otros programas como Memorias del Siglo XX, Biblioredes, Contenidos Locales y el registro de la propiedad intelectual, entre otros.
Para septiembre de este año, se está trabajando en la organización de un congreso de Bibliotecas Nacionales Digitales Iberoamericanas que tiene como objetivo principal, constituirse en un espacio de reflexión sobre las oportunidades y desafíos que nos entrega la tecnología digital del estado en que nos encontramos, y lo que nos queda por delante, además de conocer las experiencias de los países líderes en materia de desarrollo e implementación de las tecnologías de la información y comunicación en las Bibliotecas Nacionales e intercambiar la experiencia desarrollada por la Biblioteca Nacional de Chile en el nuevo escenario.
En el congreso se espera la participación de los directores de las 22 bibliotecas nacionales que componen ABINIA, además de especialistas extranjeros que están desarrollando experiencias significativas en las diferentes áreas de interés que involucran la definición de políticas y estándares para la digitalización de imágenes, audio y video, el desafío del patrimonio de origen digital, la preservación digital, el acceso a la información, los aspectos jurídicos y la diversidad de proyectos colaborativos entre diversas instituciones y países entre los que destacan la Biblioteca Digital Mundial desarrollado por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos con apoyo de Unesco y el Portal de Bibliotecas Nacionales Iberoamericanas  liderada por la Biblioteca Nacional de España, iniciativas en que la institución se ha hecho presente a través de una activa incorporación y participación.

De esta manera, consciente de los pasos que se han ido dando, pero también de las tareas pendientes, la Biblioteca Nacional de Chile, se encuentra asumiendo el desafío que le compete en el ámbito digital, ofrecer nuevas tecnologías para nuevos lectores y acercarse paso a paso al cumplimento de unos de sus ejes centrales de desarrollo: una Biblioteca Nacional Digital al alcance de toda su comunidad.

Título:
Nuevas tecnologías para nuevos lectores: la Biblioteca Nacional en el entorno digital

Autor:
Roberto Aguirre Bello

Entidad:
Biblioteca Nacional de Chile 
Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos

Títulos Académicos:
Licenciado en Arte, mención Conservación y Restauración Universidad Católica de Chile

Cargo:
Jefe Departamento de Colecciones Especiales y Digitales

Dirección Centro de Trabajo:
Alameda 651, Santiago, Chile

Breve Síntesis Curricular:
Licenciado en Arte con mención en Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural. Se desempeña en la Bibliioteca Nacional de Chile como Jefe del Departamento de Colecciones Especiales y Digitales del cual dependen el Archivo Fotográfico, el de Música, el Archivo del Escritor, Referencias Críticas, Literatura Oral, Mapoteca y la Coordinación de Sitios Web: Memoria Chilena, Chile para Niños, Biblioteca Virtual del Bicentenario,   Memoria Educa, Salas Virtuales, Familias Chilenas, entre otros. Hasta el año 2007 Encargado del Archivo Fotográfico y Digital y coordinador del área de digitalización, ha participado como ejecutor responsable y/o coejecutor en numerosos proyectos financiados por Fundación Andes, Fundación Mellon, Fondo Nacional de Fomento de la Cultura y las Artes y Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, y es miembro del comité especializado de desarrollo del Proyecto “Definición y Desarrollo de la Política Digital de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos”. Participó en pasantías de especialización en el Museo Internacional de la Fotografía George Eastmann House en Rochester Nueva York, y en el Archivo General de la Administración de España y en el Curso Latinoamericano de Preservación Digital organizado por UNESCO en Rio de Janeiro, Brasil. En el ámbito de la docencia ha impartido clases de Conservación de Materiales Fotográficos y de Historia y Teoría de la Conservación y Restauración en la Pontificia Universidad Católica de Chile y en la Universidad Internacional SEK además de clases y conferencias sobre preservación digital en Chile y el extranjero. Es profesor del módulo Preservación Digital en el Diplomado de Bibliotecas Digitales de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de Tratamiento de Archivos no Tradicionales en la Universidad Alberto Hurtado.

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29 de agosto de 2010

Políticas Públicas y Leyes de Bibliotecas Nacionales

Reseña del tema

Introducción

Creemos, conforme a las recomendaciones de IFLA, que las bibliotecas nacionales (BNs) deberían estar respaldadas por leyes nacionales, en las cuales se les reconozca la importancia de sus funciones y, además se les asignen los recursos necesarios para financiar sus gastos operativos y la modernización y desarrollo de las mismas. Por otra parte, al estar respaldadas por leyes nacionales, las BNs tendrán una mayor estabilidad institucional. En el caso de Iberoamérica, encontramos BNs con una gran diversidad de estatus jurídicos: Unidades administrativas dentro de ministerios, adscritas a casas o institutos nacionales de cultura, con el rango de fundaciones o formando parte de éstas o bajo la forma de institutos autónomos creados mediante leyes nacionales, en cuyo caso convendría revisar dichas leyes a fin de promover, de ser necesario, la reforma y actualización de las mismas. Lograr la aprobación de leyes de bibliotecas nacionales y su posterior ejecución, implica pasar por las distintas fases de lo que hemos denominado el proceso de políticas públicas, el cual resumimos a continuación. Pero, además, es necesario tener a la mano una propuesta de Ley de Biblioteca Nacional, la cual sería utilizada, especialmente, en las tres primeras fases del ya referido proceso: Formulación y Selección de la Política; Promoción de la Alternativa Seleccionada y Aprobación de la Política. En este mismo resumen presentaremos una información sucinta sobre una propuesta de proyecto de ley de biblioteca nacional, elaborada por la Secretaría Ejecutiva de ABINIA, la cual podrá ser objeto de ajustes y modificaciones, según los requerimientos de los distintos países.

Las políticas Públicas

Hemos adoptado como concepto de política pública: “La decisión válidamente adoptada por un organismo público (nacional, estadal o local) en respuesta a una situación o problema relevante, que afecte seriamente a la población u organismos de su jurisdicción”. Sobre el mismo consideramos conveniente destacar lo siguiente:
  • La aprobación de la política pública le corresponde a un organismo del Estado, lo cual lleva implícito el compromiso de asegurar su cumplimiento.
  • Dicha decisión se adopta como respuesta a un problema realmente importante, que debe ser solucionado, pues, de no ser así, se afectarían intereses de la comunidad o instituciones del país.
  • Además, habría que precisar la magnitud del problema, es decir, si es nacional, estadal (circunscrito a un departamento o región del país) o local.
Por otra parte, la vinculación de las políticas públicas con las leyes de bibliotecas nacionales, (BNs) significa que aspiraríamos lograr una política nacional aprobada por el Parlamento, bajo la forma de una Ley (de Biblioteca Nacional).
Conforme a lo antes señalado, nos hemos planteado desarrollar el tema objeto de este foro como un proceso en el que, antes de analizar las distintas fases del mismo, habría que tener muy claro:
  • Que, en el contexto de la sociedad del conocimiento, la información organizada producida principalmente por bibliotecas, constituye un recurso indispensable para la creación de nuevos conocimientos, eje central del desarrollo promovido por dicha sociedad.
  • Que existe un problema relevante, evidenciado, en el caso que nos ocupa, por la insuficiencia de los recursos asignados a la mayoría de las BNs iberoamericanas para cubrir sus necesidades básicas de funcionamiento y desarrollo.
  • Que entre las causas de esta situación está la falta de una clara conciencia, en los más altos niveles decisorios y de asignación de recursos del Estado, sobre la importancia de las de las funciones de las BNs., tanto de preservación y acceso de la memoria documental nacional, como de promoción del buen funcionamiento y desarrollo de las demás bibliotecas de sus países.
  • Que, a los efectos de nuestra presentación, los objetivos responderán al qué hacer para solucionar el problema.
  • Que la política pública, que resultase aprobada, constituirá el cómo hacer para lograr el objetivo, previamente definido.
Respecto a las fases del proceso, a continuación haremos una breve presentación de cada una de ellas:
  1. Formulación y Selección: Consiste en presentar varias alternativas y optar por la que resulte de alta eficacia y con mayores posibilidades de ser viable.
  2. Promoción de la alternativa seleccionada:Dar a conocer la propuesta de política seleccionada ante las distintas partes interesadas en la misma y lograr, particularmente, su aceptación por los distintos niveles de decisión del Estado involucrados.
  3. Aprobación de la política:Lograr su sanción por el organismo que tenga a su cargo la decisión final sobre la misma. En nuestro caso sería la aprobación de la Ley de Biblioteca Nacional por el Parlamento.
  4. Ejecución: La realización de acciones dirigidas a convertir las políticas en hechos.
  5. Evaluación: Proceso permanente mediante el cual comparamos los resultados obtenidos con los objetivos y actividades de la política, a fin de determinar desviaciones y sus causas y proponer correctivos. 

El proyecto de Ley de Biblioteca Nacional
En este proyecto se acoge el concepto de biblioteca nacional (BN) aprobado por ABINIA, según el cual, las bibliotecas nacionales, además de mantener su función tradicional de “compilar el patrimonio documental producido en el país o que se relacione con él, con el fin de catalogarlo, preservarlo y hacerlo accesible”, deberán cumplir funciones de: a) Prestación de servicios al resto de las bibliotecas del país y; b) Liderazgo en cuanto al desarrollo, coordinación y mantenimiento de un mecanismo nacional de cooperación entre los servicios bibliotecarios del país, que garantice, a los distintos sectores de la población, el acceso a las colecciones disponibles en dichos servicios.
Adicionalmente, se le confiere a la BN el carácter de instituto autónomo; de esta manera dispondrá de la autonomía y autoridad necesarias para el mejor desempeño de sus funciones. Además, se establece expresamente que tendrá por objeto:
  1. Compilar, procesar y preservar los materiales bibliográficos, audiovisuales y electrónicos o digitales producidos en o sobre el país.
  2. Promover el buen funcionamiento y desarrollo de los servicios bibliotecarios del país, la colaboración entre ellos y la complementariedad en el uso de sus colecciones.
  3. Facilitar el acceso a los recursos de información y servicios bibliotecarios disponibles en el país y el resto del mundo.
  4. Contribuir a la satisfacción de las necesidades e intereses de conocimiento de los distintos sectores de la población.
Al reconocérsele por Ley, tanto la autonomía como el objeto para el cual fue creada, el Estado estaría obligado asegurarle recursos suficientes para atender sus gastos de funcionamiento y desarrollo.
Por último, se destaca la importancia del Directorio, como organismo colegiado responsable de definir las políticas de la institución y velar por el cumplimiento de las mismas. Los miembros del Directorio serían designados: 3 por el Presidente de la República y los 4 restantes serían representantes de organismos vinculados con la Biblioteca Nacional. El Director de la Biblioteca será designado por el Directorio, instancia ante la cual deberá rendir cuenta de su gestión. El Director asistirá a las reuniones del Directorio sólo con derecho a voz; de esta manera se asegura un vínculo más estrecho entre éste y los miembros del Directorio. La designación del Director debería recaer en profesionales calificados, con conocimientos y experiencia comprobada en el campo de la información y la gerencia pública.

Bibliografía

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